viernes, 28 de enero de 2011

¿Estudio Física o Psicología?

En La Nación de hoy, en la sección de Opinión, aparecen dos artículos muy interesantes que son ¿Más ciencias y menos letras?, de Santiago Kovadloff, y Enseñanza y desarrollo, de Jorge Werthein.

El primero se pregunta, en otras palabras, por qué hay más estudiantes de Psicología o Derecho que de Física o Sistemas de la Información, por ejemplo. Y parte de la respuesta a esta inquietud la ofrece el segundo de los artículos.

Pienso que los jóvenes eligen sobre la base de algunos aspectos, entre ellos: sus intereses, las carreras que conocen o que sus más allegados les hacen conocer, la seguridad económica que les pueda ofrecer la profesión y la opinión de los demás. Considerando estos puntos, no solo el estado con sus políticas educativas tienen la responsabilidad de promover acciones que permitan a los jóvenes conocer más opciones y mostrarles las posibilidades y las bondades que brinda cada profesión, sino los adultos como conocedores del mundo laboral, social y cultural.

¿Cuántas veces escuchamos que con tal profesión uno se puede "morir de hambre" (frase repelente a toda posibilidad de innovación o de ruptura de lo tradicional)?, ¿cuántas veces escuchamos que tal profesión es para varones más que para mujeres? En resumen, son miles los prejuicios encriptados de los que nos aferramos, como si estos nos dieran seguridad eterna. Creo que como adultos podemos (prefiero esta palabra a "debemos"), tenemos la capacidad para posicionarnos de otra manera mucho más pensante y cuestionadora frente a la elección de los jóvenes, evitando condicionar las decisiones como si estas fuesen nuestras. Permitámonos ser una sociedad innovadora, que se hace preguntas, que no le teme a lo diferente, que apuesta a la renovación y a la exploración de nuevos intereses.

Somos personas, cada una diferente de otra. Comencemos a plantearnos qué sentido queremos darle a nuestras vidas, qué orientación queremos tomar y con qué grado de libertad queremos hacerlo. Desde mi punto de vista, no se trata de "sobrevivir" a la sociedad hostil, sino de vivir la propia vocación y desarrollar nuestro propio ser. Por supuesto que hay obstáculos, que hay impedimentos, que no todos tienen las mismas oportunidades, que no es sencillo estudiar y trabajar y muchas otras cosas más. Pero el foco no debería estar puesto allí, sino en la posibilidad de ser más, de ir por más, de tratar de conseguir lo que nos moviliza. Si bien vivimos en una sociedad difícil y cambiante, son miles las organizaciones y las instituciones que otorgan becas y otras facilidades.

No hay comentarios: